Por José Orlando Delgado Rivera, ENDI, 21 de marzo de 2024 – 11:30 PM.
Tras vender sus principales activos, el otrora conglomerado hospitalario HIMA San Pablo apenas logró unos $55.5 millones para responder a los acreedores como parte del proceso de bancarrota al que se acogió a mediados del año pasado. La última transacción aprobada por el juez de quiebras a cargo del caso, Enrique Lamoutte Inclán, ascendió a unos $130,000. Mediante el mecanismo de subasta avalado por el tribunal, HIMA vendió su flota vehicular a la entidad C&C Investment LLC, representada por Ovidio Ortiz, a tenor con documentos judiciales.
Previo a dicha transacción, que tuvo lugar en febrero pasado, Lamoutte Inclán aprobó la venta de los antiguos hospitales HIMA en Fajardo, Caguas, Bayamón y Humacao, así como del centro de infusiones y la compañía de ambulancias que operaba la compañía.
Empero, la cantidad de dinero ingresada por HIMA apenas representa un 11.8% del total de la deuda del antiguo conglomerado -$472.7 millones-, lo que plantea un escenario incierto sobre la cantidad que podrían recibir los acreedores, específicamente los no asegurados.
Anteriormente, El Nuevo Día reportó que la deuda asegurada suma $274 millones, la no asegurada asciende a $156.39 millones, mientras que la deuda prioritaria es de $41.88 millones.
Entre las deudas no aseguradas más altas figuran la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, con $3.45 millones; Cardinal Health, de $2.48 millones; la Autoridad de Energía Eléctrica, de $2.29 millones; Baxter Sales Corp. con $1.63 millones; y PR Hospital Supply, con otros $1.38 millones.
La lista de acreedores no asegurados incluye, además, a decenas de médicos, así como cientos de empresas locales y otros proveedores de salud. De hecho, dentro de los 20 acreedores asegurados con las deudas más altas aparecen, al menos, 11 ciudadanos que entablaron casos por impericia médica contra HIMA, de acuerdo con los documentos judiciales.
En una moción sometida ante la consideración del juez el pasado 13 de marzo, la representación de HIMA solicitó una tercera extensión para presentar su plan de reorganización, documento que debe sugerir los periodos de tiempo para que HIMA pague sus deudas, así como las cantidades que corresponderían a los acreedores.
Según la moción revisada por este diario, HIMA está a punto de concluir “extensas negociaciones” con los acreedores no asegurados y los prestamistas “para obtener una hoja de términos integral que debería proporcionar un mapa de ruta para un plan de reorganización consensuado para estos procedimientos de quiebra”.
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