Seamos realistas: soluciones integradas a la crisis salubrista.

Es muy triste que, en un momento de crisis en la práctica de la medicina en Puerto Rico, se pretenda recurrir a soluciones imprácticas, tipo parcho, dizque para resolver el o los problemas de salud en Puerto Rico.

Por Jaime Rivera Dueño, viernes, 17 de marzo de 2023.

Es muy triste que, en un momento de crisis en la práctica de la medicina en Puerto Rico, se pretenda recurrir a soluciones imprácticas, tipo parcho, dizque para resolver el o los problemas de salud en Puerto Rico. Si todo ese esfuerzo y legislación se dirigieran a verdaderamente resolver el problema, la solución sería más práctica, sin tener que potencialmente afectar la excelencia ni la práctica per se de los servicios que se prestan.

Con mucho esfuerzo y trabajo, Puerto Rico ha logrado establecer una de las mejores y más modernas prácticas médicas al compararla con otras de calidad en el hemisferio. Nuestros médicos son reconocidos en todas partes, al punto de ser atraídos para practicar en centros altamente reconocidos. Si no fueran de calidad y profesionalmente bien cualificados, no vendrían a buscarlos.

Esa capacidad y destreza profesional no son resultado de pobre preparación ni limitados adiestramientos. Son años de trabajo fuerte por parte de esos médicos, cumpliendo con todo lo requerido por cada una de las residencias establecidas. El celo por lo mejor, junto al orgullo de esos profesores de proveerle a sus residentes la mejor calidad y conocimiento requerido para cada residencia, es de tremenda honra para esos maestros. Esa calidad no se logra reduciendo los requisitos ni disminuyendo la intensidad del adiestramiento. Esa calidad se asegura cuando se cuenta con una facultad y estudiantes comprometidos y el financiamiento debido.

Una residencia estatal (criolla) más nunca podrá ofrecerle a nuestro pueblo la seguridad de una residencia formal. Han sido largos años de evaluaciones, modificaciones y aprobaciones por parte de expertos dedicados exclusivamente a esta materia que han permitido alcanzar el nivel de calidad y seguridad con que nuestros pacientes pueden contar hoy día.

No creo que lo que se propone pueda acercarse a lo que se requiere. ¿De dónde van a salir los facultativos, técnicos y otros profesionales adiestrados en enseñanza? ¿Quién les pagaría? ¿Qué va a suceder cuando estos “residentes” comprendan que se les haría casi imposible ir a pulirse aún más en lugares como los grandes centros de adiestramiento en Estados Unidos?

Seamos realistas. Primero, debemos comenzar por crear un banco de talento para la medicina con miras al futuro. Aunque se ha perdido un tiempo precioso, debemos hacer un gran esfuerzo por hacer más atractivo, a nivel de escuelas superiores y universidades, el interés de nuestros jóvenes por las ciencias, las matemáticas y el inglés. Hay talento suficiente a este nivel, pero lo dejamos escapar al ser influenciados por áreas altamente glamorizadas ante los ojos de nuestra sociedad, como los deportes y la farándula, entre otros. Esta exposición sin control, ante el vacío de tiempo igual para estimular el interés hacia la medicina, conduce a una competencia desigual.

En segundo lugar y con un efecto inmediato, en lugar de legislar piezas como la que nos ocupa, se debe legislar para proveer los recursos económicos que se necesitan para reclutar y retener estudiantes de medicina en múltiples plazas para residencias que ya están aprobadas por las entidades correspondientes, pero que no se han podido ocupar por no tener los fondos para hacerlo. De inmediato, esto retendría cerca de 200 estudiantes de medicina al año.

Igualmente se requieren recursos económicos para pagarles y mejorar los salarios de los que ya se están formando en diversas especialidades, al igual que pagarles a sus maestros.

Si se trabaja en esas dos áreas en particular, se podrá contrarrestar el éxodo de decenas de estudiantes que se tienen que ir por no tener la oportunidad de ocupar esas plazas.A la larga, invirtiendo de esta forma, todo será más rápido y menos costoso que estar  estableciendo residencias “criollas” que no garantizan nada. Seamos realistas, ¿cuándo vamos a comenzar a enfrentar los problemas críticos como la salud, en forma integral, no fragmentada, tomando en consideración todos los elementos envueltos a la vez?

Fuente: https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/seamos-realistas-soluciones-integradas-a-la-crisis-salubrista/

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